No es la primera y ciertamente no la última vez que Apple será llamada a los tribunales para responder a las acusaciones formuladas en su contra por clientes insatisfechos con el servicio de compras dentro de la aplicación. Un hombre de Pensilvania demandó a la empresa acusando que el sistema de compras dentro de la aplicación está especialmente diseñado para atraer a menores a gastar dinero en compras que terminan costando cientos de dólares. Probablemente ya conozcas la aplicación Smurf's Village, cuyos desarrolladores han sido acusados de ofrecer intencionadamente bonos muy caros en la aplicación y de intentar engañar deliberadamente a los usuarios para que los compren. Algo parecido también está ocurriendo en el caso de Apple en este nuevo proceso.
"Estos juegos son altamente adictivos, están diseñados deliberadamente y tienden a obligar a los niños que los juegan a comprar grandes cantidades de moneda del juego, que ascienden a hasta 100 dólares por compra o más", alega la demanda.
Los jugadores, aunque sean menores de edad, fueron incitados a comprar divisas con un solo clic por sumas de 99.99 dólares o más, "lo que provocó que Apple se embolsara millones de dólares de tales... transacciones con menores y sin la autorización de sus padres, cuyas tarjetas de crédito o cuentas de PayPal se cargan automáticamente por las compras."
En la solicitud de citación se especifica que la contraseña requerida para realizar la compra desde la aplicación es idéntica a la que se requiere para comprar o descargar una aplicación y los menores de edad pueden realizar la compra fácilmente si la contraseña fue ingresada no más de 10 minutos antes. Desafortunadamente, Apple no tiene la culpa en este caso, porque no es Apple quien fabrica las aplicaciones, sino los desarrolladores que las diseñan de tal manera que ganen la mayor cantidad de dinero posible. No sé si establecer contraseñas separadas sería auspicioso porque muchos usuarios se quejarán del hecho de que tendrán que ingresar tantas contraseñas para realizar una simple compra. Por mi parte, creo que el problema está en los padres que dejan a sus hijos desatendidos y cuando se despiertan, con cientos de dólares gastados, culpan a quien pueden.
