La imagen de arriba es real y representa un logo de Apple que Allen Paltrow y el lo hizo sobre todo para demostrar lo mucho que ama los productos de la compañía de Cupertino. Allen era y sigue siendo un fanático acérrimo, pero el logo de arriba le trajo una reunión con Steve Jobs, una invitación a la inauguración de la tienda Apple en la Quinta Avenida, Nueva York, y un recorrido por la sede de Apple en Cupertino. Al ser un gran admirador de los productos Apple y demasiado joven para darse cuenta de lo que estaba haciendo, Allen se afeitó el logotipo de la empresa en la cabeza y envió la foto por correo electrónico a Steve Jobs. El CEO de Apple le dirigió al jefe del departamento de relaciones públicas, quien pensó que sería bueno invitar al chico a la inauguración de la tienda en Nueva York para, por supuesto, un poco de publicidad.
Mientras crecía, era un gran fanático de las manzanas (bueno, todavía lo soy). La apertura de la primera Apple Store de Nueva York en el Soho fue probablemente lo más genial que me pasó entre los 6 y los 12 años. Durante un tiempo, pasaba casi todos los fines de semana allá. Todos los años, para Halloween, era una Mac y tenía la costumbre de afeitarme el logotipo de Apple en la cabeza para celebrar cada lanzamiento del sistema operativo.
Allí conoció al fundador de la empresa Apple, le estrechó la mano y no se lavó durante varias semanas, una típica historia estadounidense. Lo que hay que entender aquí es que si amas una empresa y sus productos el tiempo suficiente, eventualmente llegarás a conocer a la persona que la dirige. Allen tiene ahora 19 años, estudia en Princeton, ya no se afeita el logo de Apple en la cabeza, pero todavía ama los productos de la empresa.
