Se ha hablado este verano de la implementación de una pantalla de 4 pulgadas o más en el nuevo terminal iPhone, pero esto no ocurrió. Parece que el iPhone 5, en una versión similar a la de la imagen superior, existiría en forma de prototipo, pero Steve Jobs se opuso a su lanzamiento porque habría fragmentado la plataforma iOS para terminales iPhone. El problema no es la pantalla más grande sino la resolución disponible. Prácticamente, la implementación de una pantalla más grande y con mayor resolución, pero no el doble que la Retina Display, requeriría el desarrollo de nuevas aplicaciones para nuestros iDevices, aplicaciones que no estarán disponibles en cantidades tan grandes desde un buen comienzo.
Básicamente, si Apple aumentara el tamaño de la pantalla, tendría que hacer 2 cosas: cambiar la resolución para que la apariencia de iOS se mantenga sin cambios, o mantener la resolución de la Retina Display y cambiar la apariencia de iOS. Aumentar la resolución a 1280×720, por ejemplo, generaría un problema muy grande a los desarrolladores de aplicaciones que tendrían que reescribir sus creaciones para hacerlas compatibles con la nueva resolución. Mantener la resolución Retina en una pantalla de 4 pulgadas cambiaría el aspecto de iOS y Apple tendría que hacer cambios importantes para mantenerlo exactamente como lo vemos ahora.
No importa cómo miremos la situación, alguien todavía tendrá que trabajar mucho para que los iDevices funcionen muy bien y muestren las aplicaciones y iOS sin problemas. Simplemente duplicar la resolución a 1920 x 1280 solucionaría el problema, pero todavía no se pueden producir pantallas para teléfonos móviles capaces de mostrar tales resoluciones sin problemas en las cantidades requeridas por Apple. En la práctica, el problema de implementar una pantalla más grande en el iPhone es más complejo de lo que parece porque Apple ofrece la misma experiencia en todos sus iDevices, a diferencia de Android donde la pantalla influye en la apariencia de la interfaz.
