Proyecto Purple es el proyecto iniciado por Apple en 2004 para el desarrollo de un teléfono móvil que revolucionaría el mundo. Cuando Steve Jobs inició este proyecto no tenía idea de que sería capaz de cambiar tanto el pensamiento de los usuarios ni el de los productores, pero sabía que tenía que desarrollar un producto que el mundo no necesitaba. En esta idea puso a Scot Forstall a cargo del proyecto Purple y desarrollar el iPhone, pero le dijo que no podía contratar a nadie fuera de Apple para esta misión. En el proceso entre Samsung y Apple, Forstall describió las dificultades que atravesó al intentar encontrar ingenieros dentro de Apple para desarrollar un teléfono inteligente, es decir, un producto que los empleados de la empresa ni siquiera soñaron producir.
Forstall dijo que el difunto jefe de Apple, Steve Jobs, puso a Forstall a cargo de crear todo el software para el teléfono. Pero le dijo a Forstall que no podía contratar a nadie ajeno a la empresa. Y, por supuesto, Apple nunca había construido un teléfono. "Esto fue un verdadero desafío", testificó Forstall. Y, si bien podía reclutar a cualquier persona dentro de Apple que quisiera, no podía decirles en qué proyecto estarían trabajando o incluso a quién le reportarían. Forstall testificó que su propuesta era encontrar "superestrellas" de toda Apple. "Estamos iniciando otro proyecto", les decía a quienes traía a su oficina. "Es tan secreto que no puedo decirles cuál es el proyecto".
Al tener la tarea de desarrollar este sistema operativo, Forstall buscó a las personas necesarias, pero no pudo decirles quién inició el proyecto ni qué estaban desarrollando exactamente allí. Forstall reunió a un equipo de ingenieros que advirtieron desde el principio que tendrían que renunciar a los fines de semana y trabajar horas extras durante unos años, pero eso no los detuvo y el equipo de Jobs se hizo cargo de un edificio en el campus de Apple en el que comenzaron a desarrollar el iPhone. Por supuesto, las medidas de seguridad eran muy estrictas, pero Forstall quería desarrollar un terminal que hiciera agradable la navegación por la web, un terminal tan bueno que incluso los empleados de la empresa estarían dispuestos a comprarlo cuando apareciera en el mercado. Debido a que el proyecto era tan secreto, Forstall puso un letrero en la puerta del edificio que decía Fight Club, todo con la idea de ocultar la verdadera naturaleza de ese edificio.
Además, prometió pocas horas, pero largas, si aceptaban la oferta. "Tendrás que renunciar a las noches y los fines de semana probablemente durante un par de años", dijo. Algunos argumentos de venta. Dicho esto, Forstall dijo que logró conseguir gente increíblemente talentosa. El equipo tomó uno de los edificios de Apple en Cupertino y lo cerró. Comenzó con un solo piso con lectores de credenciales y cámaras. En algunos casos, incluso los trabajadores del equipo tendrían que mostrar sus credenciales cinco o seis veces. El objetivo era crear un teléfono que los propios empleados de Apple quisieran llevar, dijo Forstall. "Queríamos algo que fuera un gran teléfono", dijo. "Queríamos hacerlo desde cero". Forstall dijo que la compañía también quería un medio para ofrecer la verdadera Internet, a diferencia de los navegadores telefónicos actuales de la época, que utilizaban una tecnología llamada WAP. "Realmente te dio esta Web bebé, esta Web simplificada", dijo Forstall.
Y así Forstall empezó a trabajar en el dispositivo que revolucionó el mundo entero, el dispositivo que ahora utilizan cientos de millones de personas. En aquel momento, Forstall sólo tenía unas pocas docenas de personas disponibles para desarrollar el iPhone, pero actualmente más de 2000 empleados trabajan bajo la dirección directa de Scott y estos ingenieros se ocupan exclusivamente del desarrollo de iOS. Desafortunadamente, no se proporcionaron más detalles en el proceso, pero la lucha continúa y es posible que pronto descubramos otras cosas igualmente interesantes.
