En EE. UU. y muchos otros países del mundo, enviar mensajes de texto y hablar por teléfono está prohibido mientras se conduce, pero el uso de asistentes personales como Siri pronto podría caer en la misma categoría. Un estudio Un estudio realizado por una universidad de Texas revela que ambas formas de uso de los teléfonos inteligentes generan reacciones retardadas en los conductores, aunque en el caso Siri, u otros sistemas similares, el conductor no aparta la vista de la carretera mientras pronuncia los comandos de voz. De media, el conductor reacciona dos veces más fuerte de lo normal y esto puede provocar accidentes mortales en determinados casos.
Usar la voz para enviar mensajes de texto mientras se conduce es tan peligroso como enviar mensajes de texto con los dedos, ya que los tiempos de respuesta del conductor se retrasan significativamente sin importar qué método se utilice, según mostró un estudio publicado el martes. El estudio realizado por el Instituto de Transporte de Texas de la Universidad Texas A&M fue el primero en comparar la conversión de voz a texto y los mensajes de texto tradicionales en un dispositivo portátil en un entorno de conducción real. "En cada caso, los conductores tardaron aproximadamente el doble de tiempo en reaccionar que cuando no estaban enviando mensajes de texto", dijo a Reuters Christine Yager, que dirigió el estudio. "El contacto visual con la carretera también disminuyó, sin importar qué método de mensajes de texto se utilizara".
Los investigadores afirman que, independientemente del método de interacción con el teléfono inteligente, el cerebro está sometido a la misma cantidad de trabajo y no puede prestar la misma atención a la conducción del vehículo. Aunque los resultados no fueron buenos, los conductores se sintieron mucho más seguros utilizando sistemas como Siri que en situaciones en las que escribían mensajes, pero su rendimiento se vio afectado negativamente en ambos casos. El estudio se realizó sobre 43 participantes, por lo que realmente su relevancia no es tan grande, pero probablemente genere el desarrollo de un estudio avanzado que podría conducir a un cambio en la legislación estadounidense para prohibir el uso de sistemas como Siri al volante.
