Como ya os hemos contado, Apple implementó en el iPhone 5S un chip A7 compatible con la arquitectura de 64 bits, siendo el nuevo smartphone el primero del mundo con dicha compatibilidad. Según Apple, el nuevo chip es más de 40 veces más rápido que el chip implementado en el primer iPhone y 2 veces más rápido que el implementado en el iPhone 5. Aunque las cifras presentadas por Apple son pomposas, en realidad estamos hablando de un aumento de rendimiento del 15% - 30% respecto al iPhone 5, pero lo peor es que por ahora pocas aplicaciones son compatibles con la arquitectura de 64 bits.
En la práctica, el iPhone 5S podría procesar hasta el doble de datos con la nueva arquitectura, pero esto sólo si los desarrolladores hacen que sus aplicaciones sean compatibles con ella; de lo contrario, nos beneficiaremos de todas estas mejoras sólo en las aplicaciones nativas. Lo bueno es que tan pronto como las aplicaciones sean compatibles con esta arquitectura, los usuarios podrán trabajar más rápido en los terminales, y en juegos y aplicaciones de utilidad se sentirá mejor la diferencia. En la práctica, cuanto más compleja sea la forma de trabajar del usuario, mejor se verá la diferencia en el rendimiento, pero aún está por ver cuántos meses pasarán antes de que los desarrolladores piensen en actualizar sus aplicaciones.
