OS X 10.10.1 fue lanzado anoche por la compañía Apple y el registro de cambios publicado para esta versión del sistema operativo era mucho más largo de lo que cualquiera hubiera imaginado, y esto se debe a que Apple ha solucionado multitud de problemas. Entre ellos se encuentra uno relacionado con la conectividad Wi-Fi de sus Mac, los usuarios ahora deberían tener conexiones seguras y estables durante el uso. Aunque los problemas de Wi-Fi se han resuelto para algunos, otros usuarios aún no pueden conectarse a redes Wi-Fi, mientras que otros todavía tienen una señal débil para las conexiones.
Los problemas afectan a una gama muy variada de productos Apple, incluso cuando están conectados a las nuevas Time Capsule lanzadas por los de Cupertino, por lo que no hablamos de un problema que afecte al hardware de los hotspots. La única solución encontrada por algunos usuarios pasa por reinstalar el sistema operativo OS X Yosemite, mientras que otros usan enrutadores solo en conexiones de 2.4 GHz o desactivan el monitor Wi-Fi de OS X. Aparte de estos problemas con las redes Wi-Fi, OS X Yosemite también tiene problemas con el nuevo modo oscuro, con las conexiones Bluetooth o con el normalmente elevado uso del procesador.
