Una joven madre de 29 años, que cada día se hace 100 selfies con su smartphone, admite que está arriesgando su vida. ¿Por qué? Porque ella depende de una hormona de crecimiento para verse/permanecer joven todo el tiempo. Hormona de crecimiento humano (HGH): hormona que retrasa el envejecimiento.
"Los efectos secundarios pueden ser que el corazón pueda crecer, lo que puede ser peligroso. Si tiene una célula cancerosa en su cuerpo, se multiplicará rápidamente.
¿Es adictivo? Sí, por los resultados que obtienes. He notado que cuando sale de mi cuerpo, engordo, me siento cansado y menos positivo".
Jacqui también tomó esteroides en su deseo de tener un cuerpo perfecto y afirmó que siempre sentía la necesidad de probar sustancias prohibidas si las sesiones de gimnasio por sí solas no le daban los resultados que deseaba. También se puso un implante mamario a los 17 años, que fue un fracaso, se agrietaron al poco tiempo...
Jacqui terminó tomándose selfies en todos lados. Desde el recibidor, a la calle, comercios, etc. Dice que una selfie es como una bocanada de oxígeno para ella y declara:
No creo que pueda parar a menos que esté muerta", admitió. "Me da vergüenza ser uno de los mayores tomadores de selfies del mundo, pero no me puedo quejar, ya que eso me ha llevado a donde estoy hoy.
