Bose es uno de los mayores fabricantes de equipos de audio del mundo, pero ahora se encuentra en medio de un escándalo que pone en duda su credibilidad. Una demanda presentada contra Bose intenta demostrar que los usuarios de auriculares inalámbricos están siendo espiados por la empresa que recopila datos sobre el contenido de audio que escuchan y luego vende esos datos.
Las acusaciones van acompañadas también de una solicitud de indemnización por daños y perjuicios por valor de varios millones de dólares, siendo la aplicación Bose Connect a través de la cual se espia a los usuarios. La aplicación permite a los clientes de Bose conectar sus auriculares a terminales móviles para controlarlos, actualizar su software y aparentemente ser espiados por la empresa, fomentando Bose su uso.
El hombre que inició la demanda contra los de Bose afirma que la aplicación respectiva envía datos desde su teléfono inteligente a un servicio llamado Segment.io. A partir de ahí, afirma que los datos se pueden enviar a cualquier lugar y a cualquier persona sin que ningún cliente sepa lo que está sucediendo, pero por supuesto el hombre no ha revelado evidencia pública sobre estas acciones.
De momento nadie sabe a ciencia cierta qué tan reales son estas acusaciones vertidas contra los de BOse, pero no es difícil creer que sean realmente reales. Cualquier aplicación de un fabricante puede recuperar multitud de datos y transmitirlos a cualquier lugar, por lo que no cuesta creer lo que nos cuentan en estos momentos.
"Bose Corp espía a sus clientes de auriculares inalámbricos mediante el uso de una aplicación que rastrea la música, los podcasts y otros audios que escuchan, y viola sus derechos de privacidad al vender la información sin permiso. La gente debería sentirse incómoda con eso. La gente se pone auriculares en la cabeza porque cree que es privado, pero pueden estar dando información que no quieren compartir".
