Las fábricas de Foxconn y Pegatron que ensamblan terminales iPhone para la compañía Apple deben imponer medidas de seguridad muy estrictas para que no se revelen los secretos de los de Cupertino. Entre ellos se encuentran controles muy estrictos a todos los empleados que ingresan a las líneas de producción del iPhone.
Según un antiguo alumno que trabaja en una fábrica de Pegatron, los simples lectores de identificación no son suficientes, las fábricas también cuentan con escáneres para el reconocimiento facial. Además, a los empleados no se les permite entrar en las líneas de producción con dispositivos electrónicos, para no poder registrar lo que allí sucede y divulgar secretos.
Las cosas se complican aún más cuando se produce un nuevo iPhone, entonces se aumentan las medidas de seguridad, con dos detectores de metales en las entradas, estos tienen una sensibilidad muy alta. Las medidas son tan estrictas que algunas de las empleadas no podían entrar con cierto tipo de sujetadores que contuvieran metal detectado por esos dispositivos.
"Necesitamos pasar nuestra tarjeta y tienen reconocimiento facial. Cuando estaba produciendo el iPhone 7, aumentaron su nivel de seguridad. Había dos detectores de metales en las fábricas y también aumentaron su sensibilidad. Como, por ejemplo, algunas chicas tienen sujetadores que tienen metales. De repente, ese día específico, no pudieron pasar la puerta de seguridad y tuvieron que regresar y cambiar todo".
A los empleados no se les permitía utilizar teléfonos en las líneas de producción, pero a los directivos sí se les permitía hacerlo, aunque se controlaban sus terminales. Las comprobaciones no sólo se realizaron para comprobar la existencia de fotografías de las líneas de producción, sino también para descubrir bocetos robados escondidos en las carcasas de los respectivos teléfonos.
"Cada vez que necesiten pasar por los detectores de metales, la seguridad les pedirá a los gerentes que presionen el botón de su teléfono para poder ver la pantalla. Porque creo que hay algunos casos en los que traen un iPhone, lo ponen en una funda de teléfono falso y simplemente lo llevan a cabo".
A toda esta frustración se suma el hecho de que los empleados que ensamblan terminales iPhone en las líneas de producción ni siquiera saben cómo será la versión final del producto que están ensamblando. Saben cómo es la carcasa y reconocen el producto, pero no tienen bocetos que describan el diseño total del producto que están ensamblando, sólo el componente respectivo.
"Muchos de los trabajadores, el primer día que empiezan a producirlo, nos damos cuenta de que no hay conector para auriculares allí. Y luego podemos ver que tienen dos cámaras. Así que esas son algunas cosas que podemos ver, recordar y contarle a los medios más adelante".
Aunque los de Apple imponen medidas de seguridad draconianas en las líneas de producción de las fábricas que ensamblan el iPhone, siguen apareciendo detalles sobre los nuevos productos.
