UE tiene una tradición anual y establece una ciudad en el continente que mejora la vida de sus ciudadanos con innovaciones que no existen en otras ciudades implementadas en un número igualmente grande. La ciudad de Nantes, en Francia, fue elegida en 2019 como capital europea de la innovación, gracias a los numerosos sistemas innovadores que se han implementado en la ciudad a lo largo de los años para hacer la vida de los ciudadanos mejor y más fácil.
La Unión Europea reconoció en primer lugar el esfuerzo de 600 ciudadanos de la ciudad de Nantes que invirtieron 120.000 euros en una central eléctrica formada por paneles solares que cubre 3000 m² en el tejado de un mercado de la ciudad. También en el marco de esta idea, la ciudad de Nantes dispone de una línea de autobús autónoma que funciona únicamente con energía fotovoltaica, pero que también puede guiarse por sí misma a través del tráfico de la ciudad, lo que supone una innovación muy interesante.
La UE SORPRENDE con la designación de Capital Europea de la Innovación en 2019
Además de estos proyectos, Nantes todavía tiene otros 16 en pleno desarrollo o en preparación para su ejecución, que sorprendieron a las personas designadas para crear esta capital europea de la innovación. La ciudad de Glasgow, de Gran Bretaña, quedó en segundo lugar en este concurso, donde en octubre de 2018 se inauguró el primer canal navegable inteligente, que utiliza sensores para calcular con antelación cuándo es necesario evacuar el agua del interior antes de fuertes lluvias.
"Nantes aborda la innovación poniendo a sus residentes en el centro del diseño de nuevos proyectos y políticas para la ciudad. Empresas, expertos y gente corriente se reúnen en diálogos ciudadanos y "Grandes Debates" para discutir y desarrollar nuevas iniciativas. Cincuenta y tres mil personas participaron en la definición de la visión de Nantes para una transición energética que beneficie a los residentes, utilice 100% recursos renovables locales y esté totalmente impulsada por los ciudadanos".
También se tuvo en cuenta la ciudad de Espoo en Finlandia, donde un camión inteligente recorre la ciudad y el campo para enseñar a la gente los beneficios de la tecnología, que también es utilizada localmente por los servicios sociales. Amberes, en Bélgica, también participó en el juego: hay una zona inteligente en la ciudad que utiliza sensores y cámaras para controlar el alumbrado público, pero también para alertar a los ciudadanos mediante SMS cuando hace calor.
La Unión Europea tuvo que tomar una decisión muy difícil con respecto a las innovaciones más importantes en Europa, pero es interesante ver qué están pensando las diferentes comunidades para mejorar sus vidas.
