El Gobierno rumano ha llegado a la conclusión de que los restaurantes deben reabrirse a partir del 1 de septiembre, como afirmó el primer ministro Ludovic Orban, a pesar de que Raed Arafat había dicho anoche que no podía recomendar tal medida de relajación para Rumanía.
El gobierno rumano impondrá una serie de normas que deberán respetarse en el interior de los restaurantes para que nadie se contagie, pero en el caso de terrazas y playas no se respetaron las normas, por lo que se espera que se apliquen las medidas para no asustar a los clientes.
"A nivel nacional es importante abrir el 1 de septiembre. Tenemos 400.000 empleados cuyos puestos de trabajo están en riesgo. No es cuestión de esperar más. Evidentemente, habrá excepciones puntuales en las que el nivel epidemiológico no se mantenga bajo control. Estos puntos específicos pueden evolucionar a lo largo de los próximos meses, dependiendo del estado de las infecciones.
También estuvieron presentes el ministro Tătaru, el señor Arafat y gente del Ministerio de Finanzas, porque la situación de HoReCa es compleja. Todos coincidimos en que es importante abrir los restaurantes en el interior, bajo determinadas condiciones. Esperamos la decisión del CNSU mañana y cuál de nuestras propuestas será aceptada en relación con el reglamento”.
