Nelu Tataru, ex ministro de Sanidad y actualmente parlamentario, propone una idea que fuera de Rumanía se ha aplicado bastante bien: más precisamente, que las farmacias deberían ser centros de prevención del coronavirus, pero también de vacunación, algo que aliviaría seriamente el sistema médico.
Nelu Tataru dice que las pruebas en las farmacias eliminan los errores cometidos en el procesamiento de las pruebas rápidas del Coronavirus, y esto se debe a que personas sin formación médica podrían hacer la prueba incorrectamente y no descubrirían si realmente están infectadas.
"Otro tema de interés que surgió como propuesta fue la posibilidad de que la población se hiciera la prueba en las farmacias, como sucedió en algunos estados de la UE, como Italia.
De esta manera, quienes decidan hacerse la prueba, independientemente de si son sintomáticos o asintomáticos, tendrían la seguridad de una prueba realizada correctamente, sin el error que puede ocurrir con el autotest en casa.
No podemos descartar cualquier discusión para que, en un futuro próximo, las farmacias puedan tener acceso a la vacunación de la población."
