Valeriu Gheorghita: La vuelta a la normalidad también es posible con un pequeño número de vacunas

Valeriu Gheorghita afirma que no se podría imponer el límite mínimo de 10 millones de personas vacunadas para volver a la normalidad, y esto se debe a que no está claro cuántos rumanos han sido realmente infectados con el nuevo coronavirus hasta este momento.

"Este objetivo no se estableció simplemente como un orden numérico, como una cifra, desde un punto de vista matemático, sino que representa, por así decirlo, un número que coincide con la tasa de cobertura de vacunación con esa inmunidad colectiva, una inmunidad colectiva de alrededor de 60. 70% Sin embargo, si desde el punto de vista epidemiológico la cosa evoluciona, tendrá una evolución favorable, no debemos quedarnos estancados en esta cifra de diez millones de personas vacunadas. Al final, ¿qué nos interesa, tanto mediante la vacunación como mediante medidas restrictivas? Hagamos que la menor cantidad de personas enfermen, que pierdan la vida a causa de esta enfermedad y regresemos a la normalidad, en condiciones seguras, sin riesgo de agravar la situación epidemiológica.

Por supuesto, este riesgo se reduce mucho con la vacunación, porque reduciremos, como expliqué antes, la masa de personas susceptibles a esta enfermedad. ¿Como hacemos eso? Por vacunación. Seguramente evaluaremos paso a paso la evolución epidemiológica, la tasa de cobertura de vacunación y el número de personas que deberían vacunarse, para tener la certeza de un retorno a la normalidad. Pero ciertamente, nuevamente, podría decir que tendremos importantes diferencias regionales, de un condado a otro, de una localidad a otra, lo que espero que genere, por así decirlo, un efecto de competencia y no otro tipo de efecto. Es decir, cada vez más gente quiere vacunarse también y que todos volvamos a la normalidad que nos hemos perdido todos estos meses.

Teóricamente podemos volver a la normalidad sin alcanzar este objetivo, porque no tenemos, en este momento, datos que nos muestren el número real de personas que han pasado por esta infección. Sabemos que la protección tras una infección natural se estima en unos tres meses y, según otros datos, hasta seis meses. Evidentemente, este tipo de inmunidad adquirida a través de la enfermedad también es importante a corto plazo, contribuye al control epidemiológico, pero a largo plazo no nos ayuda. A largo plazo, la vacunación sigue siendo la única solución eficaz que garantiza, si se quiere, la protección contra el empeoramiento de la situación epidemiológica".