Telekom: Anuncio de la Comisión Europea sobre la venta de Orange

Compromisos de Telekom

Telekom y Orange han notificado oficialmente a la Comisión Europea la venta de la división de servicios fijos del grupo alemán a la filial francesa y ahora las autoridades europeas están estudiando los documentos recibidos. Según los datos facilitados por la Comisión Europea cuando Telekom y Orange anunciaron oficialmente sus intenciones, a finales de este mes debería haber una decisión final sobre la aprobación o rechazo de la solicitud de compra.

Telekom presentó junto con Orange a la Comisión Europea el 5 de julio los documentos relativos a los compromisos que asume tras la transacción que se va a realizar. Estos documentos deberían ser los últimos que deberían llegar a la Comisión Europea antes de que se apruebe la venta de la división de servicios fijos de Telekom a Orange, pero sólo si los europeos no piensan en pedir otras informaciones importantes que facilitarían la aprobación del proyecto.

Telekom: Anuncio de la Comisión Europea sobre la venta de Orange

Telekom no transferirá directamente los millones de clientes de su división de servicios fijos a Orange, sino que se creará una empresa intermediaria para hacerse cargo de ellos, y el Estado rumano se convertirá en accionista de la misma. Esta empresa pasará posteriormente a manos de Orange y el Estado rumano tendrá una participación algo equivalente al valor que tenía en Telekom, o al menos así debería ser según las explicaciones de quienes aprobaron el proyecto.

A través de la división de servicios fijos, Telekom también posee parte de las acciones emitidas por la división de servicios móviles, por lo que Orange y el padre rumano se convertirán también en accionistas de esa división, lo cual es bastante inusual. Orange tendría una gran cantidad de acciones en un operador de telecomunicaciones competidor, si no se transfieren de nuevo a Telekom para que se pueda aprobar la transacción y no haya problemas desde el punto de vista competitivo.

Telekom permanecerá en Rumanía con su división de servicios móviles que no pudo vender a nadie, ya que DIGI tuvo cierto interés, pero que ofreció muy por debajo de lo que pedía el grupo alemán.