El gobierno rumano, a través de la voz del primer ministro Florin Citu, afirma que la vacunación obligatoria sería la última solución para frenar la pandemia del coronavirus, mientras que el actual jefe de gobierno prefiere seguir convenciendo a los rumanos para que acepten vacunarse.
El Gobierno rumano dice que la solución por ahora sería obligar a quienes no estén vacunados o curados de la infección a pagar ellos mismos las pruebas obligatorias, que deberían realizarse periódicamente, y se enviará un proyecto de ley al Parlamento a este respecto.
El gobierno rumano no toma decisiones tan serias como las de otros países de Europa, Francia, Italia, pero también otros países, imponiendo la vacunación obligatoria a determinadas categorías profesionales para frenar la propagación del coronavirus.
