Volskwagen es una de las marcas de automóviles más famosas en todo el mundo, forma parte del grupo VAG, el cuarto más grande en la industria automotriz, siendo superada sólo por GM, Toyota y Ford. El grupo VAG también incluye las marcas Audi, Skoda, pero también las prestigiosas marcas Bentley, Bugatti, Lamborghini, Porsche, Ducati.
Volskwagen es el mayor fabricante extranjero de automóviles en China, pero recientemente ordenó el cierre de la fábrica de la ciudad de Tianjin, situada a 100 kilómetros de la capital, Pekín, que gestiona junto con el Grupo Faw. La planta de ensamblaje del grupo construye el crossover Audi Q3, junto con otros modelos del grupo para el mercado local.
Volskwagen basó su decisión en que el miércoles inició una nueva fase de pruebas a los 14 millones de habitantes de la zona para limitar la propagación de la variante Omicron de la COVID-19. El cierre de la fábrica, según los analistas, generaría costes económicos muy elevados para China, sobre todo porque también se cerrará otra fábrica, de componentes, debido al gran número de casos de Coronavirus en la zona donde se ubica.
"Debido a los recientes brotes de COVID-19, tanto la fábrica de vehículos FAW-VW como la fábrica de componentes de transmisión automática en Tianjin han estado cerradas desde el lunes. Ambas fábricas realizaron dos pruebas de COVID-19 a todos los empleados esta semana y están esperando los resultados. Esperamos reanudar la producción muy pronto y ponernos al día con la producción perdida. La máxima prioridad sigue siendo la salud y el bienestar de nuestros empleados".
Otro gran fabricante de automóviles, Toyota Motor Group, que produce los modelos Corolla, Izola, Vios y Allion en China, ha parado su producción desde el lunes debido al impacto de las pruebas obligatorias de COVID-19 a los residentes de la ciudad de Tianjin.
"Planeamos reanudar las operaciones tan pronto como se garanticen las instrucciones del gobierno y la seguridad de la comunidad local y los proveedores.", especificó el grupo Toyota en un comunicado.
Los analistas de Morgan Stanley pronostican una caída en el primer trimestre de 2022 para la segunda economía más grande del mundo, ya que la variante Omicron podría "implica más costos que beneficios en la estrategia COVID cero de China.
