Durante décadas, los científicos han recomendado la actividad física para mantener el cerebro sano, pero ahora las investigaciones muestran que el estiramiento y el movimiento regulares pueden ayudar a las personas mayores con problemas leves de memoria.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest reclutaron a 300 adultos con deterioro cognitivo leve para realizar ejercicios aeróbicos, de estiramiento y de equilibrio. Los grupos se dividieron en base a estos dos tipos de ejercicios, que realizaban dos veces por semana con la ayuda de un entrenador personal, pero también entrenaban dos veces por semana y por su cuenta, todo ello durante un periodo de 12 meses.
El estudio fue presentado el martes en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en San Diego, California. Todos los participantes padecían algún tipo de deterioro cognitivo leve, una de las primeras etapas de la demencia, y llevaban un estilo de vida sedentario.
En total, ambos grupos completaron 31.000 sesiones de ejercicio, dijo la autora del estudio, Laura Baker. Al final del experimento, ninguno de los miembros del grupo experimentó deterioro cognitivo, mientras que un grupo de control de participantes similares con deterioro cognitivo leve que no entrenaron sí decayó.
Baker dijo a The Associated Press que los resultados del estudio indican que "esto es algo que todos pueden lograr", especialmente las personas mayores que tienen una rutina de ejercicio limitada. Además, recomienda que el ejercicio físico "debe formar parte de las estrategias de prevención" para las personas mayores que ya están expuestas a riesgos.
María Carrillo, investigadora de la Asociación de Alzheimer, dijo a la AP que investigaciones anteriores indicaron que la actividad física diaria ayudaba a reducir la inflamación en el cerebro y aumentar la cantidad de sangre que fluye hacia él. Baker también señaló que tener un grupo social o una red de apoyo era crucial para los participantes mayores.
