Austria empieza a estar cada vez más dividida, y es que ha llegado un nuevo golpe de última hora para el Canciller Karl Nehammer, que parece no tener ya el gran apoyo que esperaba, y es que el presidente del país, Alexander Van der Bellen criticó duramente al líder del Gobierno por el veto a la adhesión de Rumanía a Schengen.
Austria ya no apoya con la misma fuerza a Nehammer en su decisión de prohibir la entrada de Rumanía en Schengen, y esto se debe a que la medida va en detrimento del desarrollo económico del país, pero también puede causar problemas importantes en el mercado laboral si los empleados de determinadas sectores no pudieron continuar su trabajo.
Austria no quiere que la UE sea un paraíso para la inmigración ilegal, quiere reformar el sistema de asilo para que la gente que realmente lo necesita pueda recibirlo, pero levantar el veto dado a Rumanía para la adhesión a Schengen parece ser una petición que viene de cada vez más direcciones, contra el Canciller Karl Nehammer.
"Me preocupa la reputación de Austria entre nuestros socios europeos y sus consecuencias. Existía la preocupación de que se pudieran perder puestos de trabajo como consecuencia del veto de Schengen; se trata de pedidos reales, ventas reales y empleos reales. Tanto en Rumania como aquí. en Austria.
Si les decimos ahora a estas personas: 'No sois bienvenidos', se pondrá en marcha un proceso que tendrá efectos negativos para las personas que necesitan cuidados en Austria y sus familias". La adhesión de los dos países del este a Schengen no contradice el control de las fronteras exteriores de la UE".
