El Antiguo Centro de la capital fue anoche escenario de una extensa operación de verificación, coordinada por la Ministra de Trabajo, Simona-Bucura Oprescu, junto con la Inspección de Trabajo y la Inspección Territorial de Trabajo de Bucarest. Las fuerzas del orden, incluidos representantes de la Dirección General de Policía del Municipio de Bucarest, la Dirección General de Gendarmería del Municipio de Bucarest, la Inspección de Situaciones de Emergencia Bucarest - Ilfov, la Dirección de Seguridad Sanitaria, Veterinaria y Alimentaria y la Agencia Nacional de Administración Fiscal, participó en esta acción enfocada a prevenir y combatir el trabajo no declarado y otras violaciones a la legislación laboral.
Después de horas de rigurosos controles, los inspectores de trabajo descubrieron a 13 trabajadores que trabajaban sin haber sido declarados oficialmente, incluidos 11 sin contrato de trabajo y dos que trabajaban horas extras con contratos de trabajo a tiempo parcial. A raíz de estos descubrimientos, se impusieron multas drásticas por un total de 241.500 lei, enviando un mensaje claro a los empresarios que evaden sus obligaciones legales.
Una situación peculiar se vivió en un restaurante del casco antiguo, donde cinco personas, organizadas bajo la apariencia de un "grupo artístico", afirmaron que no tenían ningún vínculo contractual con el establecimiento comercial y que sus actuaciones eran simplemente para recibir propinas. Este caso pone de relieve la complejidad y el ingenio de los métodos mediante los cuales se intenta eludir las leyes laborales.
El control no termina ahí. Las autoridades han anunciado que también se analizará la documentación presentada por los empresarios cuando la inspección no se haya realizado in situ, con el fin de descubrir otras posibles violaciones de la legislación vigente. Esta operación es parte de un esfuerzo más amplio para hacer cumplir los derechos de los trabajadores y fortalecer la disciplina de las relaciones laborales en la capital.
La Ministra de Trabajo, Simona-Bucura Oprescu, afirmó que estas acciones son esenciales para crear un entorno empresarial justo y competitivo, donde se respeten los derechos de los empleados y los empleadores honestos no se vean perjudicados por quienes infringen la ley. El mensaje enviado es claro: no se tolerará el trabajo no declarado ni la violación de las leyes laborales.
La ciudad enfrenta continuos desafíos de trabajo no declarado y explotación, y estos ataques relámpago son un paso importante en la dirección correcta. Sin embargo, la lucha contra estas prácticas deshonestas está lejos de terminar, ya que las autoridades están decididas a continuar con vigilancia y determinación las acciones de control.
