Microsoft está mostrando su desesperación a través de estrategias destinadas a obligar a los usuarios de Windows 10 a dar el paso a Windows 11, del que muchos todavía evitan. 18 meses antes de que finalice el período de soporte para Windows 10, el gigante tecnológico comenzó a enviar notificaciones en pantalla completa a los usuarios, un gesto que muestra cuánto desea que la gente haga el cambio.
Esta estrategia informativa de Microsoft, sin embargo, es un arma de doble filo. Por un lado, determinados usuarios de Windows 10 podrán beneficiarse de la actualización gratuita a Windows 11, un paso importante para mantener la seguridad y el rendimiento de su sistema informático.
Por otro lado, hay millones de dispositivos que, debido a los requisitos de hardware impuestos por Microsoft para Windows 11, seguirán rooteados en la versión anterior. El mensaje que recibieron estos usuarios es claro: "Su PC no es elegible para actualizar a Windows 11, pero seguirá recibiendo correcciones y actualizaciones de seguridad para Windows 10 hasta el 14 de octubre de 2025".
Microsoft llega a la desesperación, se toma una decisión oficial para Windows 10
Aunque Microsoft ha sido abierto en su comunicación sobre el fin del soporte para Windows 10, un detalle sorprendente que quedó fuera de su mensaje es la posibilidad de que los usuarios puedan seguir usando el sistema operativo de forma segura después de 2025, pagando una tarifa.
Para las empresas, el primer año de Actualizaciones de seguridad extendidas (ESU) costará $61 por dispositivo, un precio que se duplicará en el segundo año a $122, y nuevamente en el tercer año a $244. Si bien Microsoft aún no ha detallado el precio de ESU para consumidores individuales, la compañía ha anunciado que ofrecerá estas actualizaciones extendidas y no comerciales, con importantes descuentos prometidos para las escuelas.
Este no es el primer intento de Microsoft de incentivar las actualizaciones para sus usuarios. En 2016, solicitudes similares para actualizar a Windows 10 se ajustaron después de unos meses debido a comentarios sobre la confusión del proceso de actualización. El año pasado, un error que prometía una "actualización incorrecta a Windows 11" para dispositivos "no elegibles" se solucionó rápidamente, ahorrando frustración a aquellos que no cumplían con los requisitos mínimos del sistema para Windows 11.
La adopción de Windows 11 ha sido más lenta en comparación con su predecesor, Windows 10, que se benefició de una ventaja importante: la actualización gratuita ofrecida a los usuarios de Windows 7 y Windows 8. En última instancia, Microsoft se esfuerza por mantener un equilibrio entre innovación y asequibilidad, brindando a sus usuarios todos los recursos que necesitan para realizar la transición a una experiencia de Windows mejorada y más segura a través de Windows 11.
