Uno de los mentores de Steve Jobs era vendedor de LSD

  La biografía de Steve Jobs vuelve a sacar a relucir cosas interesantes e inusuales de la vida del ex director ejecutivo de la empresa de Cupertino. de ella aprendemos que el hombre de la imagen superior es uno de los personajes que inspiró al ex cofundador de Apple. El nombre del hombre es Robert Friedland, un traficante de LSD a quien Steve Jobs le compraba sus drogas en su juventud. Jobs conoció a Friedland cuando intentaba vender una máquina de escribir y la reunión fue más que inusual: el ex director ejecutivo de Apple fue invitado y aceptó ver un encuentro sexual entre Friendland y su novia.

Steve lo conoció después de arreglar la venta de su máquina de escribir IBM Selectic. Cuando Jobs entró en la habitación, Friedland estaba teniendo relaciones sexuales con su novia e insistió en que Jobs se quedara a mirar, lo cual Jobs hizo. Friedland luego formó una comuna en un huerto de manzanos que le fue concedido por un excéntrico tío millonario. Allí la gente tomaba ácido y hablaba mucho sobre el espiritismo oriental, y los Hare Krishnas les preparaban la comida. Steve finalmente decidió que la vida comunitaria no era para él después de dormir en la cocina y ver a la gente robarse la comida unos a otros por la noche. Sin embargo, al abandonar la comuna, Steve Jobs tuvo la inspiración de ponerle a su empresa el nombre de Apple.

  La historia entre ambos continúa con una pequeña comunidad formada por Friedland en un huerto de manzanos heredado de un tío excéntrico, huerto donde la gente de la "comunidad" vivía, consumía LSD y mantenía diversas discusiones relacionadas con la espiritualidad. Steve Jobs fue parte de esta comunidad, vivió en esa comunidad por un tiempo y de ahí tomó la idea de llamar a su empresa Apple. También fue allí donde Steve Jobs retomó la idea "campo de distorsión de la realidad", es decir, una manera subjetiva de ver las cosas, una manera característica de Jobs que era capaz de convencer a cualquiera de que todo es posible incluso si en realidad las cosas fueran completamente diferentes.

  Aunque parezca difícil de creer, Steve Jobs tomó prestado el comportamiento del vendedor de drogas y esto se hizo evidente en sus relaciones con los empleados. En conclusión, Steve Jobs fue un hombre poco convencional en su juventud y en los próximos días aprenderemos cada vez más cosas similares sobre él.