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En el deseo de llamar un poco la atención antes de fin de año, algunos asiáticos pensaron hacer un videoclip en el que un elefante se come un iPhone y luego se lo reproduce al propietario. Básicamente, dos turistas estaban visitando un lugar donde había elefantes, habrían pensado filmar a los elefantes, una de ellas tomó el iPhone de su mano, se lo comió, pasó como un rayo por su sistema digestivo y finalmente llegó a la tierra junto con los excrementos del animal.
En ese momento el turista pensó en llamar al dispositivo para ver si estaba allí, y al oírlo se apresuró a buscarlo entre los excrementos. Por supuesto, es casi seguro que todo es 100% falso, pero la historia es interesante.
