Samsung Galaxy Note Edge fue presentado como una gran innovación por parte de la compañía Samsung, al ser un terminal cuya pantalla está curvada hacia su borde exterior derecho para permitir la visualización de notificaciones y el control de determinadas funciones. Su exterior puede mostrar información por separado del resto de la pantalla, pero Samsung ha decidido producir sólo un número limitado de unidades, considerando todo el proyecto como una prueba de mercado y nada más.
Para complicar aún más las cosas, la empresa coreana tiene la intención de está comercializando su nuevo teléfono inteligente a 1000 dólares en Estados Unidos y probablemente a 1000 euros en Europa, un precio prohibitivo para la mayoría de los entusiastas de la tecnología. Samsung Galaxy Note Edge es básicamente una Samsung Galaxy Note 4 con una pantalla curvada hacia afuera, pero el precio más alto de $250 del operador probablemente convenza a muy pocos usuarios de comprarlo, y estamos hablando de un experimento fallido de Samsung.
