Microcámara que se puede inyectar con una jeringa en el cuerpo humano.

Ingenieros alemanes han creado una cámara del tamaño de un grano de sal que podría cambiar el futuro de la salud, la imagen y la vigilancia.

Utilizando la impresión 3D, investigadores de la Universidad de Stuttgart han construido una cámara de tres lentes que se puede fijar al extremo de una fibra óptica de dos pelos de ancho.

Esta tecnología podría utilizarse como endoscopios "mínimamente intrusivos" para explorar el interior del cuerpo humano. También podrían introducirse en monitores de seguridad porque son prácticamente invisibles, o en minirobots con "visión autónoma".

Se necesitaron sólo unas pocas horas para diseñar, fabricar y probar el diminuto "ojo", lo que condujo a un "alto rendimiento óptico y una extraordinaria compacidad", informaron los investigadores.
La lente compuesta tiene sólo 100 micrómetros (0,1 milímetros o 0,004 pulgadas) de ancho y 120 micrómetros, incluida su carcasa.

micro cámara

 

 Puede enfocar imágenes desde una distancia de 3.0 mm y transmitirlas a lo largo de una fibra óptica de 1.7 metros (5.6 pies) a la que está conectado.

El "sistema de imágenes" cabe cómodamente dentro de una aguja de jeringa estándar, dijo el equipo, lo que permite su introducción en un órgano humano, o incluso en el cerebro.

Las aplicaciones endoscópicas permitirán el examen no invasivo y no destructivo de objetos pequeños tanto en el sector médico como en el industrial.

La lente compuesta también se puede imprimir en sensores de imagen distintos de las fibras ópticas, como los utilizados en las cámaras digitales.