En una rueda de prensa organizada hace apenas unas decenas de minutos, la empresa Samsung anunció oficialmente la retirada del Galaxy Note 7. Los representantes de Samsung confirmaron que los problemas con la explosión de las baterías motivaron esta retirada de la venta de los terminales y una retirada de los almacenes de los stocks de los socios.
Samsung confirma que hasta el momento se han registrado 35 casos de explosión de baterías de Samsung Galaxy Note 7, aunque oficialmente sólo conocíamos dos. Ante tal cantidad de terminales con problemas, Samsung investigó el problema y llegó a la conclusión de que el 0.01% de sus terminales tienen baterías defectuosas y deben ser sustituidas.
Samsung dice que el problema radica en las baterías del Galaxy Note 7 y no en los circuitos internos por los que pasa la electricidad antes de llegar a las respectivas baterías. Teniendo en cuenta que sólo las baterías tienen problemas, los de Samsung sustituirán gratuitamente aquellas baterías que tengan problemas de fabricación, pero sólo para los terminales en los que se hayan encontrado defectos.
La seguridad del cliente es lo primero
Según los de Samsung, este problema afectaría sólo a 42.000 de los terminales que llegarían a los usuarios, por lo que la cifra es sustancial. Aun así, parece que se puede utilizar cualquier tipo de cargador para cargar el Galaxy Note 7, siendo el problema sólo las baterías, por lo que incluso los cargadores originales afectarían.
Estamos hablando de una novedad en el mundo de los teléfonos inteligentes, ya que se trata del mayor retiro de teléfonos inteligentes jamás anunciado y Samsung sigue tomando la decisión correcta. Aunque nunca antes en la historia había sucedido que un fabricante de smartphones retirara del mercado tantas unidades por problemas de batería, la seguridad del cliente es lo primero.
Samsung aún no ha dicho cuántas unidades del Galaxy Note 7 han sido retiradas de la venta, pero probablemente estemos hablando de 10-20 millones, incluidas las ya vendidas. Actualmente Samsung está preparando terminales de repuesto, y los usuarios que compraron dispositivos con problemas recibirán uno nuevo, pero con baterías que no estén defectuosas.
Parece que las nuevas unidades tardarán unas 2 semanas en llegar a los socios de Samsung en todo el mundo, por lo que durante este tiempo los usuarios tendrán que vivir con estas pequeñas bombas. Desafortunadamente, este problema surge incluso cuando Samsung está registrando muy buenas ventas con la serie Galaxy Note 7, pero es poco probable que vuelvan al mismo nivel.
Básicamente, Samsung "se pegó un tiro en el pie", como dicen los americanos, o más bien "recibió un tiro" de un socio que tenía problemas de producción. De momento parece que el iPhone 7 podría ser el smartphone del otoño porque el Galaxy Note 7 definitivamente asustó a mucha gente con estos problemas.
