La elección de Donald Trump como presidente de EE.UU. puso en alerta a la compañía Apple, por lo que ahora está en conversaciones con Foxconn para ver si los futuros iPhone se podrán fabricar en EE.UU. Apple habló tanto con Foxconn como con Pegatron sobre este cambio, ambas compañías ensamblan terminales iPhone o tabletas iPad para los de Apple.
Hasta ahora, el presidente de Foxconn, Terry Gou, no se ha mostrado muy entusiasmado con la idea porque implicaría un aumento sustancial de los costes de producción. Foxconn debería pagar a sus empleados estadounidenses cantidades 10 veces superiores a las que se pagan en China, y desde aquí se puede imaginar que el coste de producción del iPhone aumentará en consecuencia.
Los de Foxconn todavía ofrecían una serie de costes respecto a la producción de terminales iPhone en EE.UU., pero Pegatron se negó a ofrecer ningún plan de producción debido a los altísimos costes. Las discusiones se produjeron después de que Donald Trump fuera elegido presidente de EE.UU., amenazara a Apple con la obligación de producir sus iPhones en EE.UU. y con la imposición de un impuesto del 45% a los productos importados de China.
El presidente de Apple, Tim Cook, dijo que el iPhone no se puede fabricar en EE.UU. porque no hay fábricas equipadas para tal cosa, dando a entender que en EE.UU. no habría mano de obra con experiencia en este tipo de técnicas de montaje. Por supuesto, en el medio se trata en parte de dinero y en parte de problemas de logística y personal.
"Apple pidió a Foxconn y Pegatron, los dos ensambladores de iPhone, en junio que consideraran la posibilidad de fabricar iPhones en los EE. UU. Foxconn cumplió, mientras que Pegatron se negó a formular dicho plan debido a preocupaciones de costos. China puso un enorme énfasis en la manufactura. En lo que usted y yo llamaríamos habilidades vocacionales. Estados Unidos, con el tiempo, empezó a dejar de tener tantos tipos de habilidades vocacionales. Quiero decir, puedes tomar todas las herramientas y fabricantes de troqueles en los Estados Unidos y probablemente ponerlos en la habitación en la que estamos actualmente. En China, habría que tener varios campos de fútbol".
Aparte de la falta de fábricas y mano de obra, los proveedores de componentes para la fabricación del iPhone están muy lejos de Estados Unidos, y Apple debería gastar dinero incluso en traerlos al país. Por último, es extremadamente improbable que se fabrique algún iPhone en Estados Unidos y que Donald Trump imponga algún impuesto a los productos importados.
"Para fabricar iPhones, será necesario que haya un grupo de proveedores en el mismo lugar, algo que Estados Unidos no tiene en este momento. Incluso si Trump impone un arancel del 45%, todavía es posible que los fabricantes decidan continuar la producción en el extranjero siempre que los costos junto con los aranceles sean inferiores a la cantidad que necesitan gastar en construir y operar líneas de producción en Estados Unidos".
