Apple inició esta semana un programa diseñado para eliminar de la AppStore aplicaciones peligrosas para los usuarios, es decir, aquellas que comparten nuestra ubicación con terceros. Apple elimina automáticamente aplicaciones de este tipo de la AppStore y les dice a los desarrolladores que sus aplicaciones violan la regulación sobre las funciones que pueden tener las aplicaciones.
Apple envía a los desarrolladores el hecho de que las aplicaciones violan los artículos 5.1.1 y 5.1.2 del reglamento relativo a la publicación de aplicaciones en la AppStore, por lo que deben modificarse. Estos artículos hablan de que las aplicaciones no deben transmitir a terceros información sobre la ubicación de los usuarios sin que ellos lo sepan, por lo que muchas aplicaciones deberían eliminarse.
Apple pide a los desarrolladores que eliminen de las aplicaciones cualquier tipo de código que transmita información sobre la ubicación de los usuarios a terceros, sin que estos lo sepan, y luego las aplicaciones pueden volver a enviarse para su publicación. El cambio en la política de publicación de aplicaciones muy probablemente esté relacionado con la nueva normativa europea GDPR, por lo que es posible que otro tipo de aplicaciones también desaparezcan de la tienda.
"La aplicación transmite datos de ubicación del usuario a terceros sin el consentimiento explícito del usuario y para fines no aprobados. No puede utilizar ni transmitir los datos personales de otra persona sin obtener primero su permiso y proporcionar acceso a información sobre cómo y dónde se utilizarán los datos. Los datos recopilados de las aplicaciones no se pueden utilizar ni compartir con terceros para fines no relacionados con la mejora de la experiencia del usuario o el rendimiento del software/hardware relacionado con la funcionalidad de la aplicación".
Aunque las acciones de Apple son dignas de elogio, llegan demasiado tarde en comparación con lo que los estadounidenses deberían haber hecho con las aplicaciones de la AppStore. Apps como Facebook, UBER y muchas otras llevan años y años robando información sobre nuestra ubicación sin que Apple haga nada, pero de repente la compañía pensó que tenía que ser más dura con este tipo de prácticas.
