Orange tiene PROBLEMAS para COMPRAR Telekom por una cantidad ENORME

Orange tiene problemas para comprar la división de servicios fijos de Telekom por un importe enorme, y este es el obstáculo que tiene que superar el grupo francés.

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Naranja está muy decidido a comprar Telekom la división de servicios móviles, junto con los millones de clientes que tiene, pero se enfrenta a una serie de problemas que no se habían previsto. Decenas de personas están trabajando actualmente en las negociaciones entre Orange y Telekom y, en general, las dos empresas habrían perfeccionado todos los detalles de las transacciones, ya que los franceses estaban muy decididos a realizar esta compra.

Orange tiene una posición extremadamente fuerte en Rumanía en este momento, y la adquisición de la división de servicios fijos de Telekom le proporcionaría millones de clientes y, sobre todo, una infraestructura extremadamente importante para su evolución. Los mayores problemas, sin embargo, provienen del Gobierno rumano, que es accionista de la división de servicios fijos de Telekom, y debe aprobar la operación mediante la cual Orange comprará los activos alemanes por una suma considerable.

Orange tiene PROBLEMAS para COMPRAR Telekom por una cantidad ENORME

Orange gastaría varios cientos de millones de euros para comprar la división de servicios fijos de Telekom, y esto en unas condiciones en las que hablamos de millones de clientes del grupo alemán. Telekom tiene 2.1 millones de clientes de servicios de telefonía fija, 1.4 millones de clientes de servicios de televisión y 1.1 millones de clientes de servicios fijos de Internet, para un total de 4.6 millones de clientes que llegarán a Orange.

Orange aumentaría su actual base de clientes en más de un 40%, pero el contexto político actual dificulta completar la compra, y esto se debe a que el PSD parece prepararse para abandonar el gobierno. Teniendo en cuenta que el PSD está pensando ahora en cómo mantener su gobierno, la compra de la división de telefonía fija de Telekom por parte de Orange no es una de sus prioridades, y el grupo francés no tiene más que hacer que esperar, tal vez hasta después de las elecciones presidenciales.

Orange tendrá mucho que ganar con la transacción: los 4.6 millones de clientes, junto con la infraestructura, van a transformar al operador en un gigante con el que será extremadamente difícil competir.