La primera ciudad de Rumanía a la que se le han vuelto a imponer restricciones debido al elevado número de contagios es Bechet, en el condado de Dolj, y esto se debe a que la tasa de incidencia ha alcanzado los 7 por cada 1000 habitantes, muy por encima del mínimo para volver a imponer restricciones graves.
Las autoridades de Dolj vuelven a imponer el cierre de los comercios a partir de las 18 horas y la restricción de la circulación a partir de las 00 horas, mientras que las mascarillas vuelven a ser obligatorias en los espacios públicos y en los espacios abiertos concurridos, hasta que disminuyan las tasas de incidencia.
