Los teléfonos inteligentes se han convertido en una parte integral de nuestras vidas y, sin importar a dónde vayamos o qué hagamos en la casa, siempre tenemos el teléfono inteligente a nuestro alrededor. Básicamente, se trata de una adicción al teléfono inteligente para muchísimas personas, que, según un estudio reciente, puede provocar una enfermedad muy grave.
Según un estudio realizado por psicólogos de la Universidad Eotvos Lorand de Hungría, la separación de los usuarios de teléfonos inteligentes es una fuente de estrés para los usuarios. El problema es tan grande para algunas personas, que en determinados casos la larga separación del smartphone puede generar ansiedad entre los usuarios.
El estudio fue realizado por la universidad con jóvenes de entre 18 y 26 años, solicitándoles que resolvieran problemas matemáticos y acertijos en computadoras. La mitad de los que participaron en el estudio se quedaron sin teléfonos inteligentes y fueron colocados en una habitación cerrada, mientras que la otra mitad tenía teléfonos inteligentes y se sentó en un espacio abierto.
Los investigadores descubrieron que los usuarios que se quedaban sin su teléfono inteligente tenían fluctuaciones en la frecuencia cardíaca durante los descansos laborales y generalmente se sentaban cerca de donde guardaban su teléfono inteligente. Además, presentaban síntomas de estrés, más precisamente, se rascaban constantemente y estaban inusualmente agitados.
Básicamente, las personas que se quedaron sin teléfono inteligente presentaron síntomas que normalmente presentan las personas que sufren de ansiedad, lo cual es inusual. Todo se basa en la altísima dependencia de los smartphones que mucha gente tiene en estos momentos, y probablemente algunos de nosotros suframos lo mismo.
"El teléfono móvil es especial porque no sólo es un objeto importante, sino que también representa nuestras otras conexiones sociales. Los niños que usan teléfonos móviles en la infancia, creo que estarán aún más apegados a ellos".
