Detenido este mes por las autoridades de Corea del Sur, el vicepresidente de Samsung y jefe de todo el grupo, será acusado por los jueces. Tras la acusación, Jay Y. Lee será enviado a juicio por los fiscales, pero no solo, sino junto con otros directivos de la empresa, que ahora están siendo investigados por los fiscales.
Los fiscales de Corea del Sur acusarán a Jay Y. Lee de soborno, y los fiscales demostrarán a los jueces que sobornó a asociados cercanos del presidente de Corea del Sur para obtener favores. Además, los fiscales también descubrieron que Jay Y. Lee escondió parte de su dinero y activos en otros países, y ahora lo juzgarán por ello.
Enviar a Jay Y. Lee a los tribunales permitirá al jefe de Samsung pedir su liberación, y los jueces podrían ofrecerla a cambio de una fianza razonable. Aunque normalmente un proceso de este tipo puede durar hasta 18 meses en Corea del Sur, considerando las personas involucradas, la ley exige que el caso se resuelva mucho más rápido.
En esta idea, el proceso en sí podría durar menos de 1 año, y al final el jefe de Samsung podría ser condenado a prisión, ya sea con ejecución o con suspensión. Jay Y. Lee no sería el primer miembro de la familia condenado por violar la legislación fiscal, pero a diferencia de sus predecesores, no tendría un presidente que lo perdonara.
"El fiscal especial de Corea del Sur planea acusar a Jay Y. Lee, el jefe de facto del Grupo Samsung, por cargos de soborno junto con otros cuatro ejecutivos, asestando un golpe al conglomerado más grande del país mientras se prepara para un relevo generacional."
