Agujero negro "vampiro" que puede revelar un misterio INCREÍBLE para los científicos

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Recientemente, la comunidad científica fue testigo de un descubrimiento notable: los microcuásares, similares a los agujeros negros vampíricos de las historias de ciencia ficción, pueden ser responsables de generar los misteriosos rayos cósmicos de alta energía que bombardean la Tierra. Esta hipótesis viene a traer nuevas respuestas en el campo de la astronomía y la física de partículas.

Los microcuásares, llamados así por su parecido con los cuásares supermasivos, son agujeros negros de masa estelar que se alimentan cortando material de sus estrellas supergigantes compañeras. Luego, este material es redirigido hacia los polos del agujero negro y expulsado al espacio en forma de chorros relativistas de alta velocidad. El fenómeno no sólo es fascinante, sino también crucial para comprender los rayos cósmicos, detectados por primera vez en 1912, con energías que pueden alcanzar hasta 10²⁰ electronvoltios (eV), mucho más altas que las generadas por el Gran Colisionador de Hadrones.

Los investigadores investigaron esta conexión utilizando el Sistema Estereoscópico de Alta Energía (HESS), centrándose en SS 433, el microcuásar más poderoso de la Vía Láctea. Las observaciones mostraron que los rayos gamma de alta energía se originan en los chorros del microcuásar cuando interactúan con la materia circundante, generando frentes de choque que aceleran las partículas.

Agujero negro "vampiro" que puede revelar un misterio INCREÍBLE para los científicos

Valentí Bosch-Ramon, profesor asociado de la Universidad de Barcelona, ​​señala que este mecanismo de aceleración es similar al de los restos de supernovas, pero con potencial de generar energías aún mayores. Este descubrimiento, publicado en la revista Science, abre nuevas perspectivas sobre el origen de los rayos cósmicos.

SS 433, el primer microcuásar descubierto en 1975 e incluido en un catálogo de cuerpos celestes en 1977, también fue mencionado por Arthur C. Clarke como una de las "Siete Maravillas del Mundo". Se encuentra en el corazón de los restos de la supernova W50, ubicada a unos 18.000 años luz de la Tierra y apodada Nebulosa del Manatí.

Los estudios de SS 433 han revelado que se compone de un agujero negro con una masa de 10 a 15 veces la del Sol y una estrella supergigante blanca, que se orbitan entre sí cada 13 días terrestres. A partir de esta interacción gravitacional, el material se extrae y se redirige en chorros, que giran en forma de espiral y dan forma a la nebulosa W50.

Curiosamente, los chorros de SS 433, observables en ondas de radio, pierden su energía y se vuelven invisibles, sólo para reaparecer en rayos X de alta energía a grandes distancias de su fuente. Esta característica sugiere que las partículas se reaceleran a energías y velocidades más altas. Al estudiar estos chorros de rayos gamma, el equipo de investigación concluyó que los electrones de alta velocidad, acelerados por el choque, convierten las partículas de luz infrarroja en rayos gamma.

Este descubrimiento no sólo significa eso llevar arroja luz sobre el misterio de los rayos cósmicos, pero también abre nuevos horizontes en el estudio de nuestro universo, demostrando una vez más la complejidad y belleza cósmica.