El increíble descubrimiento de un agujero negro supermasivo "extremadamente rojo" en nuestro universo temprano, realizado con la ayuda del Telescopio Espacial James Webb (JWST), abre nuevos horizontes en la comprensión del cosmos y la evolución de las galaxias. Unos 700 millones de años después del Big Bang, este agujero negro supermasivo nos reveló que nuestro universo está lleno de maravillas y complejidades inesperadas.
El tono rojo distintivo del agujero negro es un efecto directo de la expansión del universo, que estira las longitudes de onda de la luz hacia el extremo rojo del espectro. Este "desplazamiento al rojo" indica la presencia de una densa nube de gas y polvo que rodea el agujero negro, dándonos pistas valiosas sobre el entorno en el que se desarrolla.
Los astrónomos Lukas Furtak y Adi Zitrin, de la Universidad Ben-Gurion del Néguev, analizando los datos proporcionados por JWST, pudieron calcular la impresionante masa de este agujero negro supermasivo: alrededor de 40 millones de veces la del Sol. El descubrimiento de que este agujero negro es inusualmente masivo para su galaxia anfitriona añade una nueva capa de misterio a la formación y crecimiento de los agujeros negros en el universo primitivo.
El INCREÍBLE Agujero Negro que impresionó a los científicos, revela un secreto del Universo
Ubicado a 12,9 mil millones de años luz de la Tierra, este agujero negro supermasivo está consumiendo rápidamente el gas y el polvo que lo rodea, aumentando su masa. El proceso de acreción, en el que la materia es atraída y consumida por el agujero negro, genera intensas temperaturas y hace que este objeto cósmico brille intensamente, similar a los quásares, que son algunos de los objetos más brillantes del universo.
Los cuásares se forman cuando los agujeros negros supermasivos, como el descubierto, atraen grandes cantidades de materia que forman un disco de acreción a su alrededor. La enorme gravedad del agujero negro mezcla esta materia produciendo altísimas temperaturas y una intensa luminosidad. Además, los materiales que no son consumidos por el agujero negro son expulsados al espacio en forma de potentes chorros, lo que contribuye al espectacular fenómeno observado.
Este agujero negro supermasivo, con su apariencia de pequeño punto en los datos del JWST, fue identificado como un objeto inusual, diferente de los cuásares habituales descubiertos en el universo primitivo. La contribución del telescopio JWST, con la ayuda del efecto de lente gravitacional predicho por Einstein, ha amplificado la luz de este agujero negro, permitiéndonos observarlo en detalle.
El descubrimiento fue posible gracias al uso de un grupo de galaxias como "objeto lente", que amplificó la luz de las galaxias de fondo, revelando así el quásar extremadamente rojo. Esta técnica, junto con la capacidad única de JWST para observar en el infrarrojo, nos ha permitido mirar hacia atrás en el tiempo en momentos cruciales de la historia de nuestro universo, brindándonos una ventana a la formación y evolución de los agujeros negros supermasivos.
Este descubrimiento no sólo enriquece nuestro conocimiento del cosmos, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la naturaleza de los agujeros negros y su papel en la evolución del universo. A medida que JWST continúa explorando las profundidades del espacio, podemos esperar más revelaciones que fascinen y desafíen nuestra comprensión del cosmos.
